Un auto misterioso
En esta estación de servicio, donde Melissa se disponía a cargar combustible, se le cayó la cara de sorpresa. Porque en ese rincón de la ciudad, poco frecuentado por la confundida Melissa, se encontró la embarazada que buscaba hace horas.
Cuando se dirigía hacia ella sabía que algo no estaba bien, lo intuía. En ese momento un auto misterioso paró frente a la mendiga embarazada y su hijo pequeño, y le habló. La mujer escuchó y se subió al auto junto a su hijo, con el mismo sigilo que se movía entre las calles y los centros comerciales.