Princesa Grace de Mónaco con su hermoso Weimaraner (1956)
Recordemos que la princesa llevaba seis años de experiencia en la industria del entretenimiento antes de convertirse en justamente: una princesa de la realeza. Su recordada unión con el gran Rainiero III fue el inicio de una de las historias de amor tradicionales que más han servido como ejemplo para las uniones venideras, ya que esta hermosa mujer tuvo que renunciar a toda su familia y a sus sueños laborales para vivir la vida que su marido tenía. Esto sí que es amor, pero hoy en día no está visto de esa manera, y en cierta parte estamos bastante de acuerdo.