El agua trajo crecimiento laboral
La construcción del acueducto en París fue un hito no solo por proveer de agua potable a la ciudad, sino por marcar el fin de las enfermedades transmitidas por el agua que asolaban a sus habitantes. Este canal no solo sacó la sede de la ciudad, sino que también catalizó una revolución laboral, especialmente entre las lavanderas.
Estas mujeres, que antes recorrían largas distancias en busca de aguas limpias, encontraron en las orillas del canal un oasis cercano, eliminando la ardua tarea de transportar pesadas cargas de ropa. Este cambio transformó radicalmente su día a día, aliviando sus cargas en todos los sentidos.