Historia compartida
La construcción de este canal fue iniciada en 1802 por orden de Napoleón, el reconocido emperador francés. En esa época, París contaba con alrededor de 550.000 habitantes, mientras que hoy en día la población ha más que triplicado esa cifra.
Esta obra fue crucial, ya que Napoleón comprendía que el suministro de agua dulce sin bacterias promovería la salud y el crecimiento de la población.
Es sorprendente cómo los líderes políticos pueden realizar obras tan significativas cuando su objetivo es satisfacer las necesidades de sus ciudadanos. El Canal Saint-Martin es un testimonio perdurable del legado de Napoleón y su visión para mejorar la calidad de vida en París.