Pisos mojados y corazones cálidos
Woodstock ya era una pesadilla logística, por lo que solo puedes imaginar lo caótico que debe haber sido tan pronto como la lluvia comenzó a caer del cielo. Los amantes de la música ciertamente se mojaron en sus carpas embarradas, pero eso no fue suficiente para arruinar el buen espíritu del festival.
A pesar de las condiciones climáticas adversas, los asistentes a Woodstock estaban ansiosos por divertirse. ¡Y ensuciarse los pies con barro no es tan malo como piensas cuando estás pasando el mejor momento de tu vida en el verano del 69! Estos dos ciertamente parecían estar disfrutando mientras intentaban salvar algunas de sus pertenencias del barro.