Control parental
Con barro entrando en las tiendas de todos, pocos baños disponibles y ningún lugar para conseguir agua y comida limpia, los hippies de Woodstock terminaron siendo “salvados” por sus antagonistas: el ejército de los Estados Unidos. El gobierno fue responsable de volar en cajas de alimentos y ayuda médica al sitio del festival, lo que ayudó a garantizar que se evitaran problemas de salud.
Médicos y médicos voluntarios también decidieron unirse al festival. Woodstock Ventures no les pagó ni se puso en contacto con ellos, pero visitaron por su propia cuenta. Gracias a ellos, no se mencionan enfermedades o lesiones graves durante el festival.