Broma a la japonesa
Las bromas en Japón suelen llegar a niveles extremos, sobrepasando todo lo imaginado en occidente. A una compañía de publicidad nipona no se les ocurrió mejor broma que poner un ascensor con un piso falso que se abría y la gente caiga al vacío en la más absoluta oscuridad. La broma termina con la gente cayendo por un tobogán, por lo menos enteros, aunque el susto de sus vidas no se lo quitarán tan fácil de encima, tendrán que hacer mucha terapia para olvidarlo. Ojalá que no haya caído ninguna persona con problemas al corazón en esta broma.