¡Renuncio!
Al parecer este hombre no estaba muy contento con su salario de repartidor, y decidió sabotear el negocio de su jefe. Aunque con tan mala suerte que todo quedó registrado por las cámara del ascensor, frustrando así lo que él pensaba que sería el sabotaje perfecto, ya que en menos de lo que tardó el ascensor en llegar a su destino, este hombre le dio un mordisco a todo lo que tenía que repartir. Incluso a la sopa le dio un sorbo largo antes de que se enfriara. Aunque pensándolo bien quizás no era un sabotaje, era un test de calidad.