¡Qué hermosos niños!
Para su quinto cumpleaños, los hermanos se veían serios, faltaban sus sonrisas. Es evidente que la diversión fue bastante menor en comparación con los años anteriores ya que lamentablemente Karin (su madre) se había enfermado. De hecho, fue un momento muy difícil para la familia, pero como toda madre, ella no se olvidó de mantener la tradición. Hizo todos los arreglos para que los trillizos se sintieran especiales, y a pesar de estar grave de salud, cocinó un pastel y diseñó el cartel. Los trillizos, por más de ser pequeños, sabían que su amada madre no se encontraba bien y estaban preocupados por ella.