TODO ERA PARTE DE LA VENGANZA
Los agentes ingresaron en la tienda sin decir mucho, aunque mostrando su placa. Uno de ellos le dijo a Agustín que Julia los había enviado. Estos dejaron en claro que no había sucedido ningún robo por parte de ella, y Agustín solo pensaba en que ella los había enviado.
Los policías inspeccionaron diferentes asuntos sin decirle a nadie sobre ello, cosa que le sorprendió a Agustín, ya que parecía que estos habían encontrado algo que seguían sin querer compartir. Después de extensos minutos de un momento tenso en la tienda y entre todos los que la ocupaban, estos se fueron sin dar explicaciones y más dudas surgieron.