Con las manos en la masa
La pareja de estafadores, inconscientes de que eran seguidos por Melissa, se dispusieron a continuar con su farsa. Se estacionaron cerca de otro centro comercial y la embarazada y el niño se bajaron con su cartel de limosnas. Melissa no podía creer el nivel de descaro que manejaban, del Mercedes Benz a la mendicidad.
Le llamó la atención que el hombre no participara de pedir limosna, él la observaba a lo lejos desde el auto. Melissa no pudo contenerse y se apresuró a tomar fotografías con las que definitivamente haría una denuncia legal, porque había un niño inocente en medio de todo esto, que no estaba yendo a la escuela por estar todo el día en la calle.