Siguiendo el caso de cerca
Para Melissa el tema de la embarazada era algo que le rondaba en la cabeza varias veces al día. En cada ocasión que se topaba con ella intentaba ayudarla, ya sea con algún dinero o comprando comida al niño que la acompañaba. Esta dinámica siguió durante cerca de dos meses seguidos, en los que no dejaba de sorprenderse por los desplazamientos de la mujer entre puntos lejanos de San Diego.
Si bien la intriga no la estaba ayudando mucho, lo cierto es que Melissa tampoco hizo mucho por acercarse a la mujer. Cada vez que intentaba hablarle ella bajaba la mirada y no respondía, ni a Melissa ni a nadie, por lo que imposibilitaba cualquier tipo de comunicación o intento de acercamiento.